El arte como crítica intelectual: Truffaut

DIANA LUZ ESTEFANÍA RAMÍREZ CALLES. 6o semestre. CCH Naucalpan

Con Farenheit 451 (Reino Unido, 1966), François Truffaut demuestra que es capaz de adaptar una obra distópica al cine (la novela de Ray Bradbury) y atrapar al espectador tal como lo hace el novelista. El título hace referencia a la temperatura que arde el papel, y es que la película retrata una realidad en la que los bomberos no se dedican a apagar incendios, sino más bien a provocarlos para quemar libros, lo cual es un crimen para las almas bohemias e intelectuales.  En cambio, para los conformistas los libros no tienen importancia ni les interesa conservar la memoria cultural de estas obras.

Guy Montag (Oskar Werner) es parte del cuerpo de bomberos de la ciudad, y su trabajo es buscar lugares o casas que escondan libros, de esta manera todos ciudadanos son cautivos de la ignorancia. Los bomberos, como Montag, tienen la obligación de ocupar el queroseno para desaparecer cada letra de cada página que se encuentra en cada libro; sin embargo, para Montag todo cambia cuando conoce a una intrépida y revolucionaria maestra llamada Clarisse, (Julie Christie). Gracias a ella, Guy se da cuenta de que su trabajo está  llevando a la sociedad a la barbarie, en beneficio del totalitarismo analfabetizador. Así, se convierte en un fugitivo y tiene que decidir entre su seguridad o su libertad intelectual.

En esta película, François Truffaut defiende a capa y espada una de sus mayores pasiones en la vida: la literatura y su importancia dentro de la sociedad; de esta manera, responde a todos aquellos que criticaban el contenido de sus creaciones por una supuesta falta de compromiso político y convierte su arte en una crítica intelectual.

La adaptación de Truffaut fue extraordinaria y recibió buenas críticas, entre otras cosas, por las tomas a los libros como personajes y porque eligió al compositor Bernard Herrmann como encargado de la banda sonora instrumental de Fahrenheit 451. Además, fue su primera película a color y mantuvo mucha de la esencia de La Nueva Ola, como grabar en espacios naturales y planos medios, para narrar una historia apegada a la novela de Bradbury, pero con el sello muy personal de Truffaut.

Entre los libros-personajes, se enlistan un gran número de autores cuyas obras son capitales para la cultura humana: Aristóteles, Lewis Carroll, Nabokov, etc. Queda patente que la mente misma es nuestra mejor aliada. En nuestra sociedad, no hay manera de pasar por alto Fahrenheit 451, pues muchos olvidan de dónde viene nuestra tecnología, o nuestros derechos, o incluso la propia historia, y, cuando se alza la voz, la represión no se hace esperar, principalmente porque no hay manera de realizar un debate con un gobierno analfabeto e ignorante.

Referencias:

Brickman, M. et al. (productores) y Truffaut, F. (director).  (1966). Farenheit 451 [cinta cinemtográfica]. Reino Unido: Anglo Enterprises, Vineyard Film

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