El diálogo poético de El lado oscuro del corazón

LUIS ALBERTO SOLÍS SOLÓRZANO, 5o semestre, CCH Naucalpan

Me importa un pito que las mujeres tengan los senos  como magnolias o como pasas de higo, un cutis de durazno o como papel de lija, le doy una importancia igual a cero al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportar una nariz que gane el premio en una exposición de zanahorias.

Pero eso sí y en esto soy irreductible, no les perdono bajo ningún pretexto, que no sepan volar, si no saben volar, pierden el tiempo conmigo.

Oliverio en El lado oscuro del corazón

El cine es la representación audiovisual de la literatura y un esfuerzo magnífico por llevar el drama, la ficción, la extravagancia y las ilusiones de la humanidad ante los ojos de la misma. A través de él, se materializan los mayores deseos, miedos, sueños y hasta fetiches de cada uno; además, se convierte en la oportunidad de sentir en carne viva, por un tiempo breve, lo inimaginable del alma humana, para glorificar con perfección el interior de lo que somos y en lo que hemos buscado transformarnos a lo largo de nuestra historia, de nuestra experiencia con el paso del tiempo.

Pocas películas logran encontrar la manera correcta de representar el arte en el cine; es decir, llegar al punto perfecto para tocar al espectador hasta el fondo de su mente y neutralizar la realidad con la ilusión artística.

Me gustaría comenzar con algunas definiciones que me ayudarán a llegar a un punto concreto sobre la película El lado oscuro del corazón.

Cualquier definición del arte es algo relativa y personall, pues forma parte de un proceso empírico; es decir,  depende de los diferentes tipos de experiencias que vivimos a través del tiempo. Así como el tiempo es relativo, el arte también lo es; ambos van de la mano, el arte se expande o se contrae dependiendo de la persona que opine sobre él, ya que la motivación que provoca en nosotros, es distinta, individual, “inxiste” (forma individualista de darle sentido a algo que, por causa de la ambigüedad social, es juzgado o negado; sin embargo, la existencia de esto nos complace y lo dejamos de manera interna). Esto puede llegar a ser peligroso o favorable para los creadores, todo depende de cómo se sepa aprovechar o explotar para comunicarlo con la sociedad.

Dirección y guión

El lado oscuro del corazón es una maravillosa película de Eliseo Sabiela; en ella, logró dar vida, de una manera perfecta, al magnífico guión escrito por Mario Benedetti, Oliverio Girondo, Juan Gelman y el mismo director. El talento de estos maravillosos escritores queda plasmado en un diálogo poético.

Es una película llena de simbolismos, ideologías e incentivos para que el espectador la vea con atención y sienta la satisfacción de comprenderla; para esto, la misma película nos da varios elementos; en primer lugar, el guión, que es el que, en mi opinión, hace a la película, ya que en cada extracto del mismo, se encuentra, literalmente, un diálogo poético sustentado por el tamaño de guionistas que comparte esta cinta.

Oliverio y la muerte

El guión habla sobre un poeta agónico, sin futuro, en busca de la vida; la muerte lo ha estado siguiendo, pero esta relación entre ellos, poeta y muerte, es magnífica. Oliverio, el protagonista, no le teme; por el contrario, busca llevarla a la cama para burlarse de ella y hacerla pasar como una más en su vida, otra mujer que no logra “volar” junto a él a la hora de tener sexo con ella. 

Esto representa la vaga ilusión del hombre por enfrentar a la muerte y vencerla, por ser inmortal; qué mejor forma que penetrarla, meterle los dedos, abrirle las piernas y decirle las cosas más sucias al oído, como dice el mismo  Oliverio. En contraste, la muerte busca que él viva más, que abandone lo que lo hace estar sólo y en la pobreza; le busca trabajo y trata de alejarlo de sus ilusiones para obligarlo a caer en la realidad.

Lo anterior nos lleva a concluir que los protagonistas son Oliverio y la muerte, atrapados en un romance disfuncional, en un sentimiento que no es mutuo por parte de Oliverio, ya que él está en busca de la vida, del incentivo para respirar y despertar por las mañanas; aquí es donde aparece “Ana”, una prostituta de un vulgar cabaret, pero para nada hueca, para nada una más. Ana es la única que logra conectar con Oliverio. La muerte intenta separar a Oliverio de Ana y de su arte; intenta que Oliverio viva muriendo, ya que lo obliga a abandonar su ser para la sociedad.

Prostituta y poeta

El “amor” de Ana y Oliverio es una relación de sexo por dinero, nada más que eso; sin embargo, la desesperación de Oliverio por encontrar “a la que vuela” es en realidad la búsqueda del sentido de la existencia, de su incentivo para levantarse cada mañana y caminar hacia la vida. 

Ana representa la necesidad del ser por sufrir, por buscar retos, porque si no fuera por lo complicado, la vida sería una secuencia de tomar y dejar, ya que lo fácil es dejar ir, no lo perpetuo sino lo fugaz. Cuando ella entra a la vida de Oliverio le da un motivo para poder avanzar como escritor y como persona, no por ella sino por él mismo; tuvo que encontrarse a sí mismo para descubrir a Ana, quien desnudó su alma y logró despertar un Oliverio nuevo y motivado para seguir, no como el protagonista del comienzo. 

Ana es igual al sufrimiento y el sufrimiento es igual a la vida, porque sólo cuando el hombre conoce su peor tragedia puede conocer la mayor satisfacción del mismo. Ella lo rompe en dos, le provoca conocer algo nuevo y, a pesar que lo deja roto, herido, corrompido por el desamor, irónicamente le da un motivo para levantarse: “Ana, mi dulce Ana ¿por qué decidiste quedarte tan pobre para dejarme a mí tan rico” (perfecto ejemplo del diálogo poético). Ana se va, pero detrás deja a un Oliverio vivo y junto con Ana, se va la muerte, no porque sean lo mismo, sino todo lo contrario, así, la vida (Ana) se despide del lado de Oliverio, en el que se encontraba la muerte. 

Esta película es una poesía audiovisual, no sólo su diálogo es poético, sino también sus metáforas visuales, es un retrato de la vida y la muerte, pero que también aborda temas trascendentales como: el sexo, el amor, el ser, la poesía, el arte, el gobierno, la humanidad, la guerra, etc., mismos que se podrían tratar en otro artículo; queda abierta la invitación.

Referencias:

Dussault, S.; Frappier, R.; Serebrenik, S; Sokolowicz, F. (productores) y Subiela, E. (director). (1992). El lado oscuro del corazón [cinta cinematográfica]. Argentina-Canadá: CO 3, INCAA, Max Films Productions

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