Documental participativo o interactivo
Rodolfo Sánchez Rovirosa
El participativo o interactivo es un tipo de documental que, a partir de los años 50’s, desarrolla características propias; no obstante comparte elementos con otros estilos. Esto nos lleva a la necesidad de escudriñar sobre la naturaleza del documental; es decir, buscar qué tienen en común estas películas. Para Nichols, quizá no sea tan importante dar una definición concisa y completa, sino que contribuya a la discusión; de esta manera, para responder, cita a John Grierson, quien afirma que el documental no es más que el tratamiento creativo de la realidad y lo critica para finalmente decir que es la representación de la realidad. (Nichols, 1997; 26)
Es de conocimiento común que un documental es un tipo de cine objetivo en relación con la realidad; por lo tanto, no emplea actores, pues filma con las personas involucradas en el asunto a tratar. Así, su pretensión natural es la de reflejar la realidad tal como es, sin distorsionarla. No obstante, el documental participativo o interactivo realiza un tratamiento de la realidad conforme a ciertos elementos específicos que lo distinguen de los demás, pero no deja de compartir rasgos con ellos.
Lloga Sanz (2020) hace un cruce de tipologías con base en tres autores: Nichols, Renov y Carnoy; en él, podemos ver con claridad que la categoría «Participativo» de Nichols comparte características con la de «Analizar (Interrogar)» y «Expresivo» de Renov. Los documentales de la categoría «analizar» (Renov) buscan encontrar la causa responsable del asunto a investigar; por ejemplo Roger and me (1989) y Bowling for Columbine (2002) de Michael Moore. En cuanto a los de la categoría expresivo se enfocan en la parte estética; por ejemplo El hombre de la cámara (1929), de Vértov. No obstante, el documental participativo o interactivo ha desarrollado su propio estilo, como veremos en seguida.
Las características del documental participativo según Nichols
Un primer rasgo que podemos mencionar, es que el participativo se relaciona con la forma de investigación etnográfica; es decir, el cineasta-investigador busca adentrarse a la vida de los demás e incluso formar parte de ella. Así, cámara en mano, el director filma eventos que ocurren en el presente (esto es lo que conocemos como cine etnográfico). Sin embargo, de acuerdo con Nichols, el documental trata de cosas que ya ocurrieron y, quizá, esto signifique que filmar el presente, no sea su aspecto principal.
Nichols señala que, en los documentales participativos, el cineasta interactúa con sus actores sociales; es decir, mediante entrevistas, contribuye a dar forma a lo que ocurre frente a la cámara. Además, el punto de vista del director queda manifiesto en las tomas; por ejemplo, al elegir cierta perspectiva dentro su discurso cinematográfico, durante la observación de cierto ámbito a estudiar.
Pero hay otros elementos que diferencian el documental interactivo o participativo del expositivo y reflexivo. En primer lugar, mientras que el expositivo tiende al testimonio y el reflexivo a contrastar puntos de vista y a argumentar; el interactivo, a partir de la intervención del realizador, provoca a los otros actores sociales y moviliza los procesos de los agentes sociales abordados (Nichols, 1997). Ejemplos de ello son Chronicle of a Summer, de Rouch y Morin (1960), y For the First Time, de Octavio Cortázar (1967). Por otra parte, el desarrollo tecnológico del registro sonoro, en los años 50’s, permitió que, al mismo tiempo que el público veía los acontecimientos, también escuchara la voz del realizador y de otros –voice over–; de esta manera, se ampliaron las posibilidades de actuar como provocador.
El documental interactivo es, sobre todo, argumentativo, pues utiliza imágenes-testimonio para demostrar o validar las afirmaciones de los testigos. En él, el realizador toma una postura frente al ámbito social, de comprensión e interpretación, pero también de reacción frente al discurso del otro.
Por otro lado, puede utilizarse el montaje para movilizarse hacia los diferentes puntos de vista individuales; así, puede haber saltos espaciales y temporales en entrevistas, en imágenes de archivo o metraje, o en escenas con tomas innovadoras.
Sin embargo, la ética de la argumentación es muy importante; es decir, el modo en que el realizador representa a los testigos; lo que decide mostrar durante el montaje, y su apego a la exactitud histórica. En el caso de la entrevista, ésta sirve de prueba de prueba de argumentación, pero, a diferencia del documental expresivo, en el interactivo se subordina a la propia argumentación de la película; por ejemplo, en la entrevista encubierta, en la que el realizador está fuera de pantalla y su voz no se oye. Aquí, el realizador ya no es un mero observador, sino un participante activo que, junto con otros, elabora la argumentación con una perspectiva conjunta, que además atestigua una relación de poder.
Referencias
- Lloga Sanz, Carlos Guillermo (2020) “Los modos del cine documental. Análisis de tres modelos”, en Aisthesis Nº 67, Instituto de Estética, Pontificia Universidad Católica de Chile, pp. 75-102.
- Nichols, Bill (1997) La representación de la realidad, cuestiones y conceptos sobre el documental, Paidós, España, pp. 78 – 92.
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