Cronos y sus hijos antagonistas catastróficos
ALEXIS ALÍ CASTILLO HERNÁNDEZ. 5o semestre. CCH Naucalpan




Arturo Ripstein.
En la antigüedad, los dioses y titanes griegos reflejaban las cualidades del espíritu humano y esto podemos verlo plasmado en las bellas artes. Así, por ejemplo, encontramos ecos de Cronos, uno de los hijos de Urano y Gea, en varias obras, desde películas, como El Castillo de la pureza, hasta videojuegos como God of War vs mito; libros, como La carcajada del gato, de Luis Spota, y hasta obras de teatro, como Los motivos del Lobo, dirigida por Sergio Magaña.
Así, la película mexicana El castillo de la pureza, dirigida por el director Arturo Ripstein y basada en hechos reales, refleja, aunque tal vez sin proponérselo, parte del mito de la Titanomaquia, es decir, la caída de Cronos ante sus hijos. Igual que el titán, Gabriel, el protagonista, vive con el temor constante de que sus hijos se rebelen contra él; para evitarlo, formó a su familia dentro de lo que consideraba una utopía perfecta, aislada y controlada totalmente por él; sin embargo, como toda sociedad perfecta, el mínimo error podía destruirla.
En otras palabras, Gabriel Lima era un ser ordenado, autoritario y dominante. Junto con su familia, formada por su esposa y sus tres hijos, se dedicaba a fabricar raticidas que él mismo salía a vender, él era el único que entraba y salía de su domicilio y muchos pensaban que vivía solo; no obstante, aunque mantuvo encerrada a su familia durante dieciocho años, alejada de cualquier influencia exterior, el equilibrio se rompió cuando sus hijos mayores entraron en la adolescencia, pues comenzaron a tener inquietudes y curiosidad por lo que había afuera, empezaron a cuestionar las ideas de su padre y ya no deseaban vivir en el régimen de encierro que impuesto por él.
Por su parte, en la mitología griega, Cronos era un titán de las primeras generaciones que se reconocía por su carácter destructivo, imperioso y egoísta; aunque primero se presentó como un héroe, no tardó en convertirse en un villano, espejo de su padre Urano y, a pesar de no encerró a sus hijos por crueldad, sí los devoró por temor a que lo superaran, tal como él lo había hecho con Urano. Tanto Cronos como Gabriel tenían encerrados a sus hijos y esto concluyó hasta que la rebeldía de los hijos dio como resultado un final trágico.




En este sentido, al ver la película descubres que el título, El castillo de la pureza, hace referencia a una casa o una familia que en cualquier momento se puede romper como un frágil cristal; cuando eso pasa, la pureza del lazo familiar, de su inocencia, termina por quebrarse de algún modo.
Gabriel era temido por su familia, su frustración y sus miedos lo llenaron de vacío y de odio; sin embargo, fue él mismo quien construyó a su alrededor una vida sin placeres, sin gustos, que lo llevó al enojo; en consecuencia, poco a poco la locura y la ira se fueron apoderando de él y, al mismo tiempo, acrecentó sus prejuicios e ignorancia. Entre otras cosas, por un lado, asociaba la desobediencia y la ignorancia a la mujer, y por otro, temía verse desplazado por su hijo, por eso los reprimía, sin saber que, finalmente, su actitud afectaría su destino sino también el de su propia familia, en especial a sus hijos.
Referencia:
Márquez, J. (s.f). Titanomaquia, la guerra entre Titanes y Dioses. https://sobregrecia.com/2013/11/18/titanomaquia-la-guerra-entre-titanes-y-dioses
Noticias 22 Digital. (17 de Agosto de 2018). Ripstein: “Lo que han dicho de mí los críticos no tiene nada que ver con lo que yo sé de mí”. https://noticias.canal22.org.mx/tag/el-castillo-de-la-pureza/
Ortiz, A. (productora) y Ripstein, A. (director). (1972). El castillo de la pureza. [cinta cinematográfica]. México: Estudios Churubusco, Azteca.
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